Agradecí a Angie por su vida y por la entereza con la que ha tomado su enfermedad. Angie, de 25 años, es mi familiar y hace dos años ella y su esposo vendieron todo lo que tenían en Colombia para radicarse en Francia a hacer sus doctorados allá. Dejaron todo, regalaron su gata, vendieron su casa y carro, vendieron sus platos, cama, electrodomésticos, TODO. A los seis meses de estar radicados en Francia, Angie empezó a enfermarse y un mes más tarde estaba gravemente enferma y su seguro en Europa aún no cubría los gastos médicos mayores. Así que, sin tener nada acá, volvieron al país a ocuparse de su salud. Le diagnosticaron LUPUS avanzado. Han sido dos años de lucha, pero ahora su situación es más grave: Tiene cáncer de ovarios.
Con toda la tragedia del mundo, ella sigue sonriente, inactiva laboralmente y siendo Magister en Piscología del Consumidor, maneja uber, vende mermeladas, hacer recorridos turísticos y demás para suplir sus gastos pues en el grado de enfermedad que está ninguna empresa le contrata. Es atea por convicción, pero disfruta tanto cada momento de su vida que cualquier cosa es motivo de celebración y posteo para el recuerdo. El domingo la vi feliz tomándose una foto con el obispo. ¡PLOP!
Este es su canal de Youtube: